En esta entrada os voy a hablar de una fruta con muchas
propiedades beneficiosas para el organismo: el tomate.
Antes de nada aclararos que aunque mucha gente no lo sepa el
tomate es una fruta y no una verdura.
Numerosos estudios han concluido que el tomate previene el
cáncer y el infarto, además de combatir numerosas enfermedades.
Ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo debido a su efecto
diurético, elimina el ácido úrico y reduce el colesterol.
Un estudio llegó a la conclusión que las personas que
consumían este alimento con regularidad tenían la mitad de riesgo de sufrir un
infarto que los que no lo consumían.
La sustancia responsable de todas estas propiedades es el
licopeno, que es lo que le da el
característico color rojo.
Hay que destacar que el licopeno no se pierde con la
cocción, sino todo lo contrario, ésta ayuda a liberar esta sustancia por lo que
el tomate en salsa o incluso el kétchup tienen una gran cantidad de licopeno.
Además, el tomate es rico en vitaminas C y A, minerales como
el fósforo o potasio y apenas contiene grasas, por lo que es excelente también
en dietas de adelgazamiento.
Quiero insistir en las propiedades anti-cancerígenas del
tomate.
Se sabe que el licopeno del tomate previene el cáncer de
próstata, pulmón y estómago.
Pero la lista podría ser mayor, según estudio de la
Universidad de Harvard, el tomate también previene el cáncer de esófago,
páncreas, mama, colorectal, bucal y cervical.
Así que mi recomendación es que incluyáis en vuestra dieta
diaria, como mínimo un tomate al día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario